HORCAJUELO DE LA SIERRA

Inicio  / HORCAJUELO DE LA SIERRA

Este municipio, que figura como Forcaiuelo u Horcaiuelo en los documentos del siglo XIV, constituyó en su día, junto a Montejo y Prádena, el cuarto del Rincón. La Comunidad de Tierra y Villa de Buitrago se estructuraba en Sexmos o Cuartos que dependían de Guadalajara; junto al del Rincón, estaban el de Horcajo, el de Braojos, el de Garganta, el de Las Adegañas y el de La Jara. Este estatus se mantendrá hasta la abolición del régimen señorial en 1833.

Como en el caso de La Hiruela, las autoridades municipales y los vecinos se han esforzado, desde hace años, en conservar sus casas con una imagen tradicional, evitando edificaciones que alteren su arquitectura y estructura urbana. Es más, las nuevas edificaciones tienen que respetar las tipologías y materiales autóctonos. El resultado es impactante ya que, cuando el visitante pasea por sus calles, percibe la autenticidad en todos sus rincones.

Los primeros edificios se levantaron en la zona más alta, lo que a juicio de los historiadores, indica que cuando Horcajuelo de la Sierra empezó a poblarse después de la Reconquista, la zona todavía sufría incursiones moriscas. Allí encontraremos las casas más antiguas, articuladas en torno a la oscura cocina que sólo recibía luz de la chimenea y, en algunos casos, poseía un horno de grandes dimensiones que sobresalía de la construcción.

Vista panorámica del municipio de Horcajuelo
Vista panorámica del municipio de Horcajuelo © Equipo de la Reserva de la Biosfera Sierra del Rincón
Detalle de una antigua casa de piedra
Detalle de una antigua casa de piedra © Equipo de la Reserva de la Biosfera Sierra del Rincón

El origen de este municipio reside en el lento proceso de repoblación estacional que Alfonso VI llevó a cabo para aprovechar los pastos antes de la toma del reino de Toledo y que no llegó al término de Horcajuelo hasta 1275. Resulta evidente, por tanto, que el principal recurso económico de este pueblo fue la ganadería y, concretamente, la relacionada con la lana pues, no en vano, la cabaña ovina de Buitrago era una de las principales de todo el territorio español.

El desarrollo de la producción de lana supuso la creación del Honrado Concejo de la Mesta de Pastores durante el reinado de Alfonso X, una organización que gozó de considerables privilegios en toda la península ibérica y que reforzarían, aún más si cabe, los Reyes Católicos.

La Mesta regulaba los derechos de paso y pastoreo y eximía a sus benefactores del servicio militar o de testificar en los juicios, entre otros privilegios. Los beneficios del pastoreo redundaban a favor de los grandes propietarios, como el duque del Infantado y no para quienes trashumaban.

En la Sierra del Rincón, una cañada real unía Tamajón –en la provincia de Guadalajara- con Lozoyuela y Madrid atravesando Prádena, Montejo y La Hiruela. También por Horcajuelo y Prádena discurren varias vías pecuarias menores que recibían el nombre de cordeles o ramales dependiendo de su amplitud. Así pues, la comarca se convirtió en pasto de verano para miles de ovejas merinas trashumantes que, en invierno, se retiraban a las inmensas dehesas extremeñas tal y como señala una antigua canción:

Ya se van los pastores para Extremadura,

ya se queda la Sierra triste y oscura.

Ya se van los pastores hacia la majada,

ya se queda la sierra triste y callada.

Ya se van los pastores, ya se van marchando.

Más de cuatro zagalas quedan llorando.

Horcajuelo de la Sierra